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sábado, 8 de febrero de 2014

CON EL ESCAPARATE ENCIMA Cronica

Los Riohacheros  asistieron de manera masiva a la Procesión de la Vieja Mello
Riohachero que se respete, estrena el 2 de febrero, esa era la consigna hace mucho tiempo y para mucha gente aun lo es, la fiesta de La Virgen de los Remedios,  no es solo una fiesta religiosa, es también un espacio de tiempo y lugar para el reencuentro en el que se dan cita y concurren viejos amigos, compañeros de estudio o simples conocidos;  muy temprano, los caballeros reciben la vela, participan de la procesión, con mucha devoción, alrededor de la plaza principal  y asisten  a misa.
En nuestros días visten hermosas guayaberas de lino, preferiblemente de punta en blanco, cual infantes que van a hacer su primera comunión. Y es que la relación de los hombres riohacheros con La Virgen de los Remedios es casi un enamoramiento, por eso es común verlos postrados a sus pies pidiendo o agradeciendo los favores recibidos.
Ah, pero las damas no se quedan atrás, lucen con orgullo sus mejores galas,  sus mejores joyas o arriceses, las peluquerías hacen su agosto en Febrero, pues si son casadas deben ir a tono con su marido y si son solteras, según ellas, nunca se sabe donde conocerán al padre de sus hijos.
El 2 de febrero, hombres y mujeres en Riohacha como quien dice literalmente, se echan el escaparate encima.
Candidato por el partido de la U
Oscar Ivan Zuluaga.
La fiesta de la vieja Mello se convirtió en un acontecimiento social, y de unos años para acá en un termómetro político. Asisten desde presidentes en ejercicio hasta aspirantes a ese cargo, también es común ver por acá a senadores y representantes del Congreso con sus esposas; la asistencia de estos personajes con la comitiva que les acompaña, de alguna manera produce malestar en muchos que preferirían vivir su devoción sin la presencia de estos dignatarios, ya que se sienten desplazados de su propia fiesta, no ven con buenos ojos que las fiestas se utilicen con fines electorales. 
Niños, niñas, jóvenes y adultos reafirmaron su devoción por la Virgen de los Remedios.
    


















Alguna vez alguien dijo que lo hacían sentir como cucaracha en baile de gallinas, ya que los  anillos de seguridad, de alguna manera molestan a quienes son de acá. A quien le va gustar que entren en su casa, lo peguen a una pared como lapa, le esculquen como vulgar delincuente y que encima le digan que no puede ir a la sala de su casa.

Lo cierto es que la fiesta de la Vieja Mello reúne a la crema y nata de la sociedad riohachera, pero no cierra sus puertas a cualquier político en campaña o hijo de vecino, eso sí, vestido lo mejor posible y si el traje es de luces no hay por qué preocuparse, la lentejuela y el canutillo están de moda.
Por Rita Elena Meza






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